Presidentes

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Presidentes

   Manuel Troncoso fue el presidente de Puerto Comercial entre 1916 y 1923. Regresó en 1925 y posteriormente en 1931.
   Fue un paladín del club portuario y una gran figura que le valió convertirse en el titular de la Liga del Sur en el período 1931-1932.
   Troncoso estuvo acompañado por algunos nombres que también tuvieron destacada intervención en los asuntos de la institución whitense.
   Así podemos mencionar a Constantino Tejerina, luego presidente y puntal de la entidad durante muchos años; Juan Real, dirigente liguista de grata recordación; Enrique Liberali, vicepresidente de elogiable
tarea; Godofredo Camillucci, tesorero de sólido prestigio; y Salvador Cónsole, Pedro Maisonave, José Andreanelli, Atilio Castillo y Carduccio Acquaviva, quienes dejaron muchas horas de su vida por su querido Comercial.
   Pero además sobresalieron Olimpio Rossini, miembro de una familia tradicional en la historia de la entidad, y José Somoza y Güerino Del Piero, quienes actuaron allá por 1920, cuando el fútbol ya había ganado muchos adeptos y en Ingeniero White había que trabajar con tesón para encausar la pasión que comenzaba a arraigarse en la juventud de la localidad portuaria.
   A estos apellidos deben sumarse los de Ramón Vázquez, César Liberali, Francisco Lemus (h), Gerardo García, Ángel Redivo y muchos otros que colaboraron denodadamente para el progreso y la pujanza que adquirió el club verdiamarillo en aquellos años.

Fernando Girado

   Había sido electo presidente del club Sud-América en 1915 y se convirtió en el primer designado por Comercial para integrar el consejo directivo de la Liga del Sur, que en 1916 se llamaba Jurado de Honor.
   Girado, además, reemplazó en la presidencia de la asociación que aglutina el fútbol de Bahía Blanca a Justo R. Mouzo, en 1917. Imparcial y criterioso, permaneció en ese cargo hasta 1919 y se ganó un privilegiado lugar en la memoria por su intensa faena en beneficio de Comercial.
   Juan Real tuvo un papel clave al momento de sugerir el cambio de nombre de Sud- América por el actual, en la asamblea del 3 de marzo de 1916. Además fue uno de los fundadores. Estrecho colaborador de Troncoso, éste lo eligió como vicepresidente en 1922 y
1923. Su espíritu inquieto lo llevó a participar activamente en la Liga del Sur como delegado donde supo hacer oír su voz con elocuencia y valentía.
   Luego, en 1926 y 1927, en la continuidad de su cometido, fue vicepresidente de Constantino Tejerina. Al margen de Troncoso, Girado y Real, Comercial delegó su participación en la Liga del Sur a otras figuras distinguidas de la talla de Luis Corti, Alfredo F. Citterio, Ángel Castelli, Arquímedes Bugarini, Constantino Tejerina, Ramón José Luayza, Manuel F. Torres y Carlos Lisso.
   De hecho, el club de Ingeniero White aportó cuatro presidentes a la Liga: Manuel Troncoso (1931 y 1932), Alfredo F. Citterio (1932, 1940, 41, 42 y 44), Manuel F. Torres (1956 a 1960) y el antes mencionado Fernando Girado (1917).

Doctor Esteban Achinelly

   Dirigió a Comercial en dos ocasiones. La primera etapa se registró entre 1933 y 1935 y la segunda, entre 1941 y 1942. Siempre fue su principal objetivo cuidar la cantera futbolística, dedicándose a esa tarea con especial determinación.
   También durante su ciclo presidencial se sumaron el básquetbol y el atletismo como disciplinas que acapararon el interés de los deportistas y asociados whitenses.
   En su mandato logró la obtención de la personería jurídica y la adquisición de los terrenos del actual campo de juego. A la par trabajaron en puestos de importancia directivos como Juan Marés, Manuel Torres, Pablo Gabari y varios otros. Achinelly fue un gran líder.

Alfredo F. Citterio

   Puerto Comercial se caracterizó siempre por tener acreditados ante la Liga del Sur a destacados valores y uno de los que merece una mención especial es Alfredo Francisco Citterio.
   Activo y polifacético, participó de la fundación del club portuario, fue miembro suplente en 1916 frente al Jurado de Honor de la Liga y también guardavalla, excelente árbitro y dirigente de nota.
   En 1932, el fútbol de Bahía Blanca decidió nombrarlo presidente, cargo al que pronto debió renunciar por razones particulares, alejándose por algún tiempo de la actividad deportiva.
   Sin embargo, Comercial volvió a designarlo consejero, donde tuvo destacadísima actuación durante varios años.
   En 1940 fue otra vez consagrado presidente de nuestra asociación de fútbol y reelecto en 1941 y 1942, para volver a ocupar el alto sitial en 1944.
   En el sillón que inaugurara en 1908 Justo R. Mouzo, demostró sobriedad y ecuanimidad. Como máximo rector, sus determinaciones estuvieron por encima de la divisa comercialina.

Los que siguieron

   Además de Troncoso, Tejerina y Achinelly, los presidentes durante el ciclo 1930-1947 fueron Juan Marés (1930), Ángel Castelli (1936 y 1937), Juan T. Hawkins (1938), Ramón Zabala (1939), José Luis Pérez (1940) y Juan Berecoechea (1943-1947).
   También intervinieron en la dirección del club hombres como Adriano Camillucci (tesorero), Vicente Guala (hermano de Pedro y José), Laurentino Tejerina, Mardirós Mardiros (vicepresidente de Achinelly), Manuel F. Torres (vocal en 1932 y tesorero en 1933, más tarde titular de la Liga del Sur) y Armando Agrioli.
   Sin olvidarnos de una larga lista que integran Cipriano Moretto, Dante Borghetti, José Beato, Ricardo Martín Suquía, Domingo Romagnoli, Abelardo Gardini, Ernesto Paolorossi, Tiburcio Echarren, Francisco Amatucci, Alfredo Somoza, Ezio Andreanelli, Carlos Rapetti, Ciriaco Joaquín, Higinio Biassola, Aquilino Fernández, Mario Teobaldelli, Vicente H. Forte (ambos revisores de cuentas por varios años), Arquímedes Bugarini, Antonio Iglesias, Francisco Subota, Ricardo Valle, Antonio Garrote, Lisandro Silveria, Catalino Romero, Miguel Kostovich, Antonio Ursino, Tomás J. Gouk, Ángel Dignani, Benito Latanzi, Gerónimo Pascual, Antonio Barbas y muchos otros colaboradores que con su trabajo constante y silencioso fueron sumando para el engrandecimiento de la entidad.

José Cobo

   Durante 36 años, Comercial tuvo un solo tesorero: “Cobito” para todos y don José Cobo en los papeles, muy respetado en toda la localidad.
   Su tarea tan amplia en el tiempo habla por sí sola de su calidad de persona. Fue un histórico del club, no solamente en su habitual trabajo dentro de la institución, sino que además colaboró siempre, durante su extenso ciclo, cortando entradas, haciendo liquidaciones y ocupándose de la distribución de las recaudaciones de cada partido. Solía decir que sin desempeñar esas delicadas tareas no podía vivir. Un ejemplo.

Desde España

   Pablo Gabari sucedió a Juan Berecoechea en 1948 y 49. Fue uno de los grandes directivos de Comercial. Nacido en España, llegó de pequeño a Ingeniero White junto a sus padres de procedencia vasca.
   En sus 25 años como dirigente ocupó variados cargos, a tal punto que fue vicepresidente de Zabala y Berecoechea, en 1939 y 1947, respectivamente.
   También fue elegido vicepresidente de la Liga del Sur y en idéntico puesto en la Asociación Bahiense de Básquetbol.

José Scognamiglio

   Quienes lo conocieron lo definieron como un “soldado comercialino integral que fue futbolista, basquetbolista, director de fútbol y dirigente, ferviente enamorado del club.”
   Presidente durante 1950, 1951, 1952 y 1955, “Pepe” Scognamiglio se alistó anteriormente como jugador de fútbol y básquetbol, además de convertirse en director técnico de las divisiones menores de Puerto Comercial.
   El máximo cargo dentro de la entidad lo ocupó a los 35 años y fue considerado en su momento como un justo premio a quien, infatigable y desinteresadamente, se brindó por completo a la divisa verdiamarilla.
   La iniciativa y la construcción de la piscina fue indudablemente el mayor logro, que hoy, 65 años más tarde, los socios y la población de Ingeniero White siguen disfrutando en cada temporada estival.
   “Es indudable que tenemos en José Scognamiglio a una figura auténticamente comercialina. En Bahía Blanca y su zona, ver pasar a Pepe Scognamiglio es recordar instantáneamente a Comercial. Quizás alguno no comprenda el significado de estas palabras, pero quienes conocen en profundidad a este denodado defensor de la causa de Comercial, saben que para Pepe, Comercial es lo primero y lo de más lo de menos.
   Su nombre debiera ser José “Comercial” Scognamiglio, tan identificado está con la vida de su club”.
   “Pese a sus numerosas actividades particulares y a las lógicas preocupaciones que de ellas derivan, siempre tendrá tiempo y voluntad para ocuparse de la institución a la que pertenece desde niño, cuyos colores vistió en los campos de fútbol y de básquetbol, de la que fue hacedor de cracks futbolísticos en la época de oro de 1937 a 1943, y a la que presidió con capacidad y honradez”, se escribió alguna vez de este dirigente emblemático.
   Scognamiglio supo estar bien acompañado por Martín Gil (presidente en 1953 y 1954), Ramón José Luayza, Cosme Lomolino, Roberto Martellini, José Luis Pérez, Carlos Bernardini, Juan Martinich (titular entre 1956 y 1959), Vicente Fidani, Francisco Di Meglio, Hércules Arcucci, José Pignatelli, Arnaldo Persevalli, Francisco Subota (fue miembro de la Asociación Bahiense de Natación y Waterpolo), José Cobo, Bernabé García, Alfredo Salvatori, Gaspar Bugarini, José Sotillo, César Ferreira y Emilio Dib.

Más para el cargo ejecutivo

Martín Gil asumió en 1953 la presidencia de Comercial tras haber formado parte de eficientes comisiones directivas. Reemplazó a José Scognamiglio y su designación se produjo por voluntad mayoritaria. Significó un acertado reconocimiento a sus cualidades de dirigente serio, honesto y apto para la función conductora.
   Efectuó una labor silenciosa, sobria y medida. Fue un celoso guardián de los prestigios institucionales, en una época no tan sencilla que superó con mucha habilidad.
   Gil se rodeó de directivos capaces que orientaron su manejo como Dino Pagotto, Fernando Meschini, Domingo Rana, David Radovsky, Ricardo Valle, Antonio Fontán, Carlos Anizán, Humberto Mazzone, Ricardo Corelich y Juan Plesñuk, por citar algunos.
   Juan Martinich, un joven y caracterizado dirigente, se hizo cargo de la institución en 1956. Bajo su mandato, Puerto Comercial recuperó el sitial en la Primera división del fútbol de la Liga del Sur, perdida en 1955 por circunstancias manifiestamente anormales.
   Algunos de sus colaboradores fueron Ricardo Valle, César Ferreira, José Cobo, Alejandro Cassola, Luis Bocca, Osvaldo Rossi, Carlos Anizán, Manuel Tortosa, Juan Antonio Sánchez, Alfredo Salvatori, Mario Nani, Gaspar Bugarini, Augusto Distéfano, Vicente Nani, Ismael Villalba, Roberto Báncora, Juan Silenzi y Mario Zúccolo.
   El gran Carlos Podestá sustituyó a Martinich en 1960 y en la cadena sucesoria, Roberto Martellini, campeón como futbolista en 1941 y 1943, se desempeñó desde 1964 a 1967.

Carlos Podestá

   Estuvo vinculado principalmente al fútbol y es uno de los pocos dirigentes no nacidos en Ingeniero White. Oriundo de Bahía Blanca, se enamoró de la casaca verdiamarilla gracias al magnífico fútbol que
desplegó Comercial en su época de oro.
   En 1960, al ser electo presidente, su pasión por el más popular de los deportes no permitió que se desatendieran otras cuestiones institucionales de trascendencia. Bajo su gestión, organizó dos rifas extraordinarias en conjunto con Estudiantes de Olavarría y un club de Tandil. Conocida como la rifa “Sideral”, de allí surgieron los recursos para la construcción de la tribuna que actualmente luce el campo comercialino.
   Temperamental y extrovertido, “Nini” Podestá sobresalió por su empuje y dinamismo. Gozó de gran prestigio en los círculos comerciales, deportivos y sociales y por su forma de ser se transformó en un personaje dentro de la Liga del Sur, donde dejó su huella después de tantos años como representante de Comercial.
   A su lado, en la entidad portuaria, actuaron Juan Antonio Sánchez (secretario durante varias temporadas), Pablo Gabari, César Schbib, Alejandro Cassola, Italo Bugarini, Luis Santamaría, Oscar Arias, Miguel González, Daniel Marino, José Cobo, Cipriano Moretto, Vicente Padellaro, Ernesto García, Oscar Sangregorio, Lorenzo Pellegrini, Pedro Valverde, Pedro A. Santiago y Arturo Scarponi.

Otro tramo de la historia

   Luego de la elección en la que perdió la posibilidad de continuar en la presidencia, Podestá se ofreció al flamante mandamás comercialino para colaborar desde otra función.
   Roberto Martellini, su reemplazante, le encomendó por entonces que prosiguiera con las gestiones relacionadas a la rifa que permitiría desarrollar el proyecto de la gran tribuna y sus comodidades anexas.
   En su cometido, se iniciaron las obras que habían sido aprobadas previamente por la comisión directiva encabezada por Martellini.
   Domingo Vaira, un perseverante y fiel dirigente, gobernó entre 1968 y 1971 y Francisco Colacce lo hizo en 1972. En esos mandatos, Comercial fue armando el gran equipo que derivaría en la triple corona de 1973 (Clasificatorio, Oficial y cuadrangular conducente a las Rondas Regionales), recuperando largamente su protagonismo futbolístico.

Átila Missora

   El recordado Átila Missora fue quien ocupó el cargo de presidente en esos logros y en la posterior participación en el Regional (con un técnico capacitado y refuerzos de relevancia) y el torneo Nacional de 1974, por primera y única vez en la historia.
   Missora, whitense por adopción, era dueño de una personalidad avasallante. Hombre de acción y trabajo. De excelentes ideas, espíritu creativo y espíritu indomable. Siempre ligado a la entidad, regresó como presidente en el período 1979-80 y luego en 1983.

Altos y bajos

   José Egidio Conte, con el tiempo también presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Ingeniero White, tomó las riendas del club en 1976-77 y Osvaldo Giorgetti lo siguió en 1977-78. El actual gimnasio cerrado de básquetbol lleva el nombre de Giorgetti en homenaje a su intenso, equilibrado y valioso aporte en el desenvolvimiento deportivo, social e institucional de Comercial.
   Otro Scognamiglio, Néstor, estuvo dos años (1981 y 1982) al frente de la entidad.
   Fueron difíciles, especialmente porque coincidió con el conflicto bélico por la soberanía de las Islas Malvinas.
   Por entonces se realizaban los operativos de oscurecimiento temiendo un eventual ataque aéreo y por mar de los británicos a la Base Naval de Puerto Belgrano y al puerto de Ingeniero White.
   Una noche desde las empresas petroquímicas se pidió refugio al club (debajo de la tribuna de cemento) ante un posible bombardeo y, aunque no pasó de un susto, las consecuencias fueron notorias para la población y para Comercial.
   En esos meses se borraron muchos socios y se debilitaron sensiblemente las finanzas.
   La recuperación fue lenta, pero bien encaminada. Tras el segundo regreso de Átila Missora, Eladio Luciani guió los destinos comercialinos entre 1984 y 1988.
   En el ’85 se conformó un equipo muy competitivo que se alzó con el ascenso a la Primera división. Con jóvenes formados en las inferiores e incorporaciones muy calificadas de otros cuadros de la Liga del
Sur.
   En la etapa de Luciani se fue gestando el conjunto que en 1989 alcanzaría el título de campeón de la Liga del Sur con un
plantel muy parejo.
   Esa conquista se produjo en la presidencia de Edgardo Berrino y resultó la última en la división de elite de la Liga del Sur.

Obras de real importancia

   Luis Asprea fue un conductor de mérito. No solo por cristalizar otros ascensos futbolísticos en 1993 y 1999, en su segundo ciclo, sino por la incorporación del césped a la cancha de fútbol, adecuándola a la reglamentación liguista.
   El 3 de abril de 1993, con una ceremonia emotiva y para recordar por la relevancia de la inauguración del flamante del piso verde, se consiguió lo que parecía imposible por las características de un suelo salitroso y complicado para el crecimiento de la grama.
   En ese emprendimiento fue determinante la intervención del vicepresidente Héctor Trujillo, quien se encargó de los aspectos esenciales relacionados con la mejora de la cancha.
   En primera instancia hubo que rellenar el terreno aprovechando la arena del dragado, que por entonces se estaba llevando a cabo en la ría portuaria. Para materializar ese propósito fue imperioso acordar con los directivos pertinentes a fin de obtenerla de manera gratuita.
   También se arregló con la empresa Vita para el traslado de la arena en sus camiones, a cambio del gasoil y el aceite para disminuir los costos y aliviar el presupuesto previsto inicialmente.
   El paso siguiente fue mezclar la arena con humus para sembrar definitivamente el césped. Las refacciones incluyeron los cercos perimetrales y en ese sentido se consiguió la donación del alambrado olímpico.
   Además, durante la presidencia de Asprea, se realizó la primera etapa de la cañería de abastecimiento de agua para el natatorio “José Scognamiglio”. Fueron 1.000 metros de longitud, con la nueva traza desde el muelle aledaño al Club Náutico hasta el ingreso a la zona portuaria.
   A su vez, se recuperó el gimnasio, procediéndose a la reparación de 300 m2 de piso, y se efectuó la construcción de dos canchas de padel dentro del gimnasio con sus vestuarios.
   Se forestó el área cercana a la pileta y se levantó la sala de recuperación de jugadores con un moderno equipo de ultrasonido y todos los elementos solicitados por el médico.
   En su etapa como dirigente, Trujillo recordó a Rubén Tunessi, el “Fino” Bugarini, Héctor Gómez, Cándido Lorenzo, Átila Missora, Domingo Vaira, Roberto Martellini, Eladio Luciani y su compañero de conducción Luis Asprea. La presidencia de Néstor Carlos Fidani le dio otro impulso muy grande a Comercial.
   Con la preponderante tarea de Schbib se llevó a cabo la reconstrucción del salón el “Koketo” (ver en capítulo anterior),
una instalación tan necesaria como vital para el desarrollo social y recreativo de la entidad. 
El “Turco” Schbib se destacó fuera de Comercial en la jefatura del Departamento Ventas del diario “La Nueva Provincia”, en el sindicato que nuclea a los periodistas y como gestor de la construcción del Barrio de Prensa.
   Después del retorno de Asprea (1998-2002), llegó el turno de Fabián Dilernia (2002-2006), un joven muy identificado con los colores. Aparte de mantener la dinámica del club y proteger el trabajo de las divisiones inferiores, en su accionar se inauguró la cancha de césped natural para Fútbol 5.
   Víctor Palacio (2006-2010) y Sergio Paladino (2010-2013) recalaron más tarde para continuar la línea de sus predecesores. Con Paladino, un hombre de la política, el equipo whitense ascendió en 2011 tras ganarle en la eliminatoria de la Promoción a Huracán. El devenir del funcionamiento institucional le abrió paso en 2013 a Claudio Bel, el presidente del centenario, mientras que los caminos en la actualidad son guiados por Hugo Andreanelli, un apellido históricamente ligado con nuestro club.

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