Ubicada en el corazón del predio, el natatorio del club fue creado en los 50s, por iniciativa del presidente de ese entonces José Scognamiglio.
Sus dimensiones alcanzan los 1.250 m2 (50x25metros), con una profundidad máxima de 4 metros. Para abastecerla, se instaló una bomba eléctrica y una extensa cañería que llega hasta la ría.
Haciendo un poco de historias, durante la presidencia de José Scognamiglio, y merced a su iniciativa e intervención, se construyó la gran pileta alimentada con agua de mar, que representa un orgullo para el club y un beneficio para los socios.
El valor de la construcción rondaba los $500.000 en total, pero gracias a la colaboración dadivosa de varios asociados, solo hubo que desembolsar unos $300.000 para llevar a cabo la obra.
“La monumental pileta, que cuenta con las necesarias y cómodas dependencias anexas, es el resultado del empeño de su principal propulsor, que como ya dijéramos, fue el entonces presidente Scognamiglio, hombre de empresa y de empuje, que en su hora pudo ser criticado por esaobra, pero cuya visión debe ser reconocida”, mencionó en el libro del cincuentenario de Comercial el historiador Arnaldo Lieja Castelli.
Años después de que el libro atribuyera los méritos, los directivos de la entidad reconocieron al principal artífice de semejante obra y denominaron al natatorio con el nombre de José Scognamiglio.
“La gente de White siempre soñó con disponer de un balneario. Yo estaba en plena actividad con la firma Costa Varsi-Scognamiglio, así que lo pensábamos y hacíamos. Entonces, con los ingenieros de la empresa, especialmente Néstor Jáuregui, decidimos hacer algo en el barro. Afinamos el lápiz, vimos que los números cerraban y le metimos pata a la pileta. El agua salada llega por un acueducto que viene desde el mar, traída por bombas. La pileta tiene capacidad para dos millones y medio de litros y en diez o doce horas se llena”, dijo en su momento Pepe Scognamiglio cuando proyectó brillante idea.