Cancha Principal

Cancha Principal

Según los comentarios de los viejos aficionados, la cancha del primer Comercial, aquel de 1911, 12 y 13, estaba situada cerca de los actuales terrenos en los que se alza el estadio de fútbol del club.
Delimitada en campo abierto, cada vez que iba a jugarse un partido se colocaban los arcos y se retiraban inmediatamente después de los 90 minutos.
El escenario de Sud-América estuvo ubicado entre las calles San Martín, Avenente, Sisco y Plunkett, siendo allí donde aprendieron a jugar al fútbol los que luego serían indiscutidos valores del deporte.
Ya transformado en Puerto Comercial, el club tuvo su modesto field en un terreno comprendido por las calles San Martín, Sisco, Mascarello y Avenente.
Luego la entidad alquiló el actual predio que más tarde le compró a la empresa del Ferrocarril del Sud, sito en San Martín y Vélez Sarsfield (antes Santiago Dasso y Exterior).
Allí mismo, en 1931, construyó la gran tribuna que fuera desmantelada en 1965 para dar paso a la construcción de otra en cemento armado.
Desde la vieja grada, la afición deportiva whitense pudo ver las mejores demostraciones futbolísticas de los años de gloria y sus escalones de madera fueron testigos de escenas de gran alegría y honda emoción.
El estreno oficial de su campo de juego, donde se afincó definitivamente, se produjo el 6 de marzo de 1932.
El terreno actual Don Arturo H. Coleman, representante del Gerente General de los Ferrocarriles del Sud y Oeste, comunicó a la Comisión Directiva de Puerto Comercial, entonces presidida por el Doctor Esteban Achinelly, que la empresa había acordado la venta de los terrenos al club. La noticia llegó para satisfacción de los dirigentes verdiamarillos el 29 de agosto de 1935, un mes y medio después de haberse iniciado las negociaciones para adquirir las tierras.
El lote en cuestión contaba con 145 metros sobre la calle Santiago Dasso por 150 metros sobre Exterior, conformando un total de 21.750 m2 , que al precio de $1,50 el metro representaba un costo de $32.625 de la moneda nacional.
Para realizar la escritura, en principio se debían abonar $10.000 y el saldo en cuotas con aval de hipoteca y algunos intereses que alcanzaban el 100%. En ese momento la institución portuaria no contaba con el dinero suficiente, pero gracias al aporte del señor Alberto Marés y de la empresa Stacco Hermanos, quienes desembolsaron $5.000 cada uno, se formalizó la adquisición del predio.
Como reconocimiento a las gestiones de Arturo H. Coleman, la asamblea del club convino nombrarlo socio honorario de la institución, haciéndole entrega del nombramiento juntamente con un álbum y una medalla de oro. Cuentan que el caballero inglés recibió emocionado esos recuerdos que constituían una muestra de gratitud, sencilla pero sincera, de los hombres de Ingeniero White.

Las tribunas

La tribuna de hierro y madera fue construida por la empresa metalúrgica de Verniero Rossini. Como mencionamos, se levantó en 1931 y fue desguazada en 1965. Había costado $35.000, en aquel tiempo sin inflación y cuando un dólar norteamericano equivalía a $2,29. En 34 años aguantó el peso de miles de espectadores sin que sufriera mayores deterioros. Con parte de los materiales de esa tribuna, Olimpo construyó su estadio de básquetbol, el Norberto Tomás, situado en la esquina de avenida Colón y Angel Brunel.
La reformulación del estadio se decidió en los años del cincuentenario de la institución. Se trató de un emprendimiento de grandes proporciones, ejecutado en tres etapas. La primera fue la edificación de la tribuna alta principal que a partir de ese momentoTotendría capacidad de albergar a miles de simpatizantes. Además de la bandeja superior, se adicionó un sector de plateas, oficinas, vestuarios, consultorio médico, depósitos, compartimiento para la prensa y vivienda para el cuidador, entre otras obras de relevancia.
La segunda parte consistió en cercar el campo de juego y la tercera en construir la tribuna popular para que sean ocupadas por los hinchas visitantes.

La sede social

En la calle Guillermo Torres, Puerto Comercial había adquirido unos terrenos donde se desarrollaban acciones recreativas para los socios y la familia verdiamarilla a partir de la organización de kermeses.
Más adelante se utilizaron las instalaciones de la Sociedad Italiana para llevar a cabo las reuniones de las distintas comisiones de la entidad u otras actividades de carácter social.
A mediados de la década de los años sesenta, luego de dejar el salón de la Sociedad Italiana (hoy convertido en el Teatro), Comercial decide emprender la compra de una esquina muy representativa de Ingeniero White para cumplir su función de sede social.
La casa pertenecía a Felipe Cot y requirió de varios arreglos ya que era una edificación de muchísimo tiempo. Estaba ubicada en Mascarello y Elsegood (hoy Belgrano). El lugar se aprovechó durante largos años hasta que debió venderse para la finalización del gimnasio de básquetbol.

La comercialina

En el número 4 del piso 14, donde se instaló el comedor anexo con capacidad para 70 personas, y la totalidad del piso 15 del por entonces moderno edificio San Martín, en Alsina 95, funcionó desde mediados del año 1959 la sede de la Agrupación Comercialina filial Bahía Blanca.
El piso 15 estaba íntegramente destinado a la confitería con vista a la ciudad y una amplia terraza. No solo estaba habilitada para los adherentes verdiamarillos, también para los ocupantes de las 102 oficinas del edificio y de otros similares de sectores aledaños.
La dirección de la obra fue ejecutada por la firma Costa Varsi Scognamiglio, auto-res del proyecto. Del amoblamiento se encargó Muebles Vagnoni, proveyendo divanes y banquetas metálicas. Juan Sierra fue el designado para el diseño y decorado del lugar. Pinturerías París suministró los cristales y espejos y la instalación eléctrica la realizó Eugenio Barrios.
La sede contaba con un moderno mostrador estilo americano, máquina de café a la italiana y amplios ventanales con vista a
toda la ciudad.
Como presidente de la Agrupación Comercialina filial Bahía Blanca fue elegido José Scognamiglio y para cumplir la función de secretario se designó a Ramón José Luayza.
El día de la inauguración asistieron al copetín destacadas personalidades del deporte, autoridades comunales, periodistas y socios especialmente invitados. Entre ellos estaban Juan Martinich, presidente de Puerto Comercial, quien se explayó en apoyo al proyecto; Manuel F. Totendría rres, presidente de la Liga del Sur, quien expresó conceptos emotivos; y Haroldo C. I. Cassanova, intendente de la ciudad. Entre los representantes de la prensa local concurrieron Francisco “Paco” Cabeza, René T. Bugallo y Conrado Di Lucía, director de “Mundo Whitense”.
La comisión completa de La Comecialina estaba conformada de esta manera: José Scognamiglio, presidente; Jorge G. Elosegui, vice; Ramón José Luayza, secretario; José A. Sotillo, prosecretario; Carlos M. Podestá, tesorero; José Luis Pérez, protesorero; Pablo Gabari, Orlando Serenelli, Carlos Camagni, Camilo Cobo, Vicente H. Forte y Francisco Subota, vocales titulares; Aquilino Fernández, Esteban López y Carlos Lisso, vocales suplentes y Jesús Arnaiz, revisor de cuentas.

El césped

Comercial inauguró el piso de césped el 3 de abril de 1993. La obra fue llevada a cabo en su mayor parte por dirigentes de la talla de Luis Asprea, en ese momento presidente del club, y Héctor Trujillo, que también supo desempeñarse como jugador y vice de la entidad.
Gracias a su acción, predisposición y esfuerzo, la entidad portuaria pudo sobreponer el verde pasto al terreno salitroso preponderante en la zona. Además se destacó la realización de la cancha auxiliar para las categorías menores e infantiles, el pintado de toda la estructura edilicia y el aporte de la manga que lleva del túnel al césped a los jugadores.En el estreno se desarrolló un partido preliminar entre glorias comercialinas y periodistas.
Por el lado de los verdiamarillos jugaron Núñez, Aveldaño, Greco, Giménez, Trujillo, Anselmi, Dekker, Martínez, Calle Aránzolo, Antozzi, Garrini, Las Heras y Nani. Reforzó a estos grandes un jugador de Huracán, y amigo de la entidad, como Celso Lucero.
Entre los periodistas participaron Lorenzo Natali, Luis Alberto Cano, Raúl Degásperi, Fabio Pallero, Raúl Álvarez, Néstor Malaspina y Néstor De la Iglesia, entre otros.
El cotejo finalizó 2-1 favorable al equipo del cuarto poder. Dirigió Omar Gilberto Quevedo.
La ceremonia de inauguración continuó con el desfile de todas las disciplinas deportivas y culturales de la institución whitense. Además, la presencia del intendente bahiense Jaime Linares y el posterior izamiento del pabellón nacional, les otorgaron un brillo singular a los festejos por la novedad del césped. Las emociones alcanzaron su pico máximo cuando fueron homenajeados algunos valuartes del quehacer futbolístico local. Así, los reconocimientos llegaron de la mano del presidente portuario Luis Asprea y del vice Héctor Trujillo. Recibieron su merecido homenaje figuras como la señora Ana (viuda del recordado Rubén “Cholo” Tunessi), Celso Lucero, Omar Quevedo y el periodista Ampelio Liberali.